domingo, 17 de octubre de 2010

Cómo apoyar en casa el tratamiento terapéutico

Aceptar que tenemos un problemas es ya un paso importante para comenzar a dar solución a una situación diversa que sucede en nuestra vida.
Esto nos brinda:
1.- Un conocimiento de la situación.
2.- Posibilidades.
3.- Objetivos a corto y largo plazo.
4.- Experiencia.

Ignorar qué nos pasa, propicia miedo (emoción paralizante y negativa).
Definir qué es lo que sucede es trascendente.
Hay que poner en nuestras propias palabras la comprensión del problema.
Términos, conceptos abstractos, sólo nos confunden.
Hay que OPERACIONALIZAR.
“La definición operacional de un concepto consiste en definir las operaciones que permiten medir ese concepto o los indicadores observables por medio de los cuales se manifiesta ese concepto.”
Cuando hablamos de un trastorno infantil, tenemos que ubicarlo dentro de un ser que está en desarrollo, por lo tanto no podemos pensar que se trate de un problema que ya es de por vida, a menos que sea una lesión o un síndrome. Y por ello si lo intervenimos tendrá un pronóstico favorable. Buscamos entonces comprender lo que pasa con nuestros niños, pero si lo desconocemos tendemos a conjeturar y a generalizar, enunciando adjetivos que sólo etiquetan y marcan la vida del pequeño. Los adjetivos señalan, estigmatizan. El YO del chico que busca identificarse hace suyos estos términos y los internaliza. Él mismo incluso los enuncia para decirse. Al no tener otros referentes, incluso confirma que él es eso de quien se dice.

Aceptación, acompañamiento, comprensión es lo que necesita nuestro pequeño, tenemos que aceptar que necesitamos ayuda y que esa guía nos orientará por el camino de la rehabilitación, reeducación y estimulación. En el inicio del tratamiento no solo a nosotros los padres nos costará aceptarla, a él también; tenemos que ser pacientes para que se adapte, darle la oportunidad a que logre aceptar que un “alguien” (su terapeuta) seguirá de cerca sus vicisitudes. Tal vez antes de que empiece el trabajo formal, tenga que iniciar con juegos y acercamientos informales para así dar paso a un interjuego que lo irá llevando hasta el trabajo formal, donde ahora sí comenzarán a ponerse en práctica las técnicas y estrategias de intervención.
Pero, y ahora ¿qué hacer por nuestra cuenta?, si no hay indicación de un trabajo domiciliario, todas las habilidades de auto cuidado serán un objetivo diario a realizar para dar estimulación a las áreas de desarrollo que posibiliten una maduración pertinente para nuestro chico.
ALIMENTACIÓN
DESCANSO
ASEO
VESTIMENTA
JUEGO
RECREACION
-Juguetes
-Paseos
-Deportes
-Cine, T. V.
-Sociabilización

Hay que saber manejar las ansiedades, y desorganizaciones que puede padecer el chico, hay que considerar lo siguiente:
-Saber prever situaciones
-Llevar una rutina
-Informarle de acontecimientos nuevos
-Darle estabilidad en actividades y estímulos.
-Establecer límites claros.
-Aceptar las limitaciones de nuestros niños.
-Manejar los caprichos y las reacciones catastróficas.
-Distinguir los errores que les hacemos cometer, de los que ellos cometen.

Este es el tema de nuestra plática de este mes. Llama al 53 52 43 30 para informarte de la siguiente.

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