domingo, 23 de octubre de 2011

Plática

Este jueves 20 de Octubre de 2011 iniciamos el tema “Cómo poner límites”. Avanzamos sobre la comprensión de éstos y sobre la necesidad de entender su importancia. El cómo la frustración y la culpa constituyen emociones regulatorias importantes que encuadran la vida de relación, y cómo vamos logrando un mejor control de nuestros impulsos. Analizando que en cada etapa de vida (preescolar, escolar y adolescencia) este control variará desde una condición heterónoma hasta el logro de la autonomía. La importancia del núcleo familiar es fundamental para el establecimiento de esta regulación pues lo que no se logra ahí será normado por la sociedad.
Te invitamos el 17 de noviembre a las 18 horas en el auditorio de CREPCH (tercer piso) en norte 81-A # 509 col. Electricistas. Tel. 53 52 43 30. Para continuar trabajando este tema.


LA ENTRADA ES LIBRE, INVITA A QUIEN QUIERA PARTICIPAR.

domingo, 16 de octubre de 2011

Divulgación

La entrada es libre, invita a quien quiera compartir el espacio con nosotros.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Espacialidad y temporalidad

La experiencia que CREPCH ha recopilado durante estos 37 años de vida, en su hacer terapéutico, le han permitido corroborar que todo aquello que nos constituye son ingredientes de vital importancia y que no pueden ser soslayados so pena de ver a un individuo como un ser unidimensional y sin contexto. La estructura que representamos se constituye como una complejidad que es más que la suma de sus partes, la articulación que esta toma nos da la posibilidad que su significación haga historia y proyecte una multiplicidad de sentidos, donde la diversidad tiene espacio para así proyectarse. Compartimos con Ustedes los conceptos que sostiene nuestro quehacer de intervención. Hoy abordaremos dos atributos que son importantes en el Proceso de Comunicación Humana y que se ligan a una dimensión importante que es la percepción, estos son la ESPACIALIDAD Y LA TEMPORALIDAD dos atributos que dan dimensión a nuestra forma de entablar relación con el mundo y que permiten que exista una subjetividad. Ver la realidad con espasmosa objetividad haría que nos horrorizáramos tornándose inllevable e irrepresentable. No sólo vemos, oímos y nos movemos, integramos una exterioridad, donde lo interno y lo externo se hacen uno, decimos “cada cabeza es un mundo” y es que así es, cada cual lo representamos a nuestra manera, casi como un artista que nos recrea la vida con su capacidad creadora. He aquí un bosquejo de estos conceptos, esperamos les sean interesantes.

ESPACIALIDAD


La insuficiencia con la que nacemos, hace que seamos los seres vivos más dependientes hasta edades tardías. Es mamá quien nos da la ortopedia necesaria para poder funcionar en este mundo. Nos amamanta, nos asea, nos ubica en un entorno. Conforme vamos madurando, la motricidad que se va desarrollando nos permite las primeras manipulaciones de los objetos más cercanos, con lo que paulatinamente vamos desarrollando una noción de nuestro cuerpo, este conocimiento de nuestro Esquema corporal va desarrollando las estructuras para generar un conocimiento y una noción de sí que constituirá las bases de la confianza y seguridad. No basta esto, al integrar una lateralidad (derecha – izquierda), vamos proyectando nuestro cuerpo hacia una dimensión ESPACIAL, la cual se constituye de dos tipos: º El espacio práctico, ligado a la solución de los problemas concretos, manipulativos espaciales. º El figurativo, ligado a la capacidad de representarse mentalmente el espacio y poderlo simbolizar. Según el tipo de educación y de patrones culturales, puede dominar más uno u otro de los dos tipos. En el parvulario hay que trabajar los dos tipos de espacio con actividades diversas concretas y figurativas. Evolutivamente el niño pasa por tres estadios en la adquisición y control de la noción de espacio. Son el espacio topológico, hasta los 5 – 6 años, el proyectivo (de los 6 a los 9) y el euclidiano (de los 7 a los 12). En la fase de espacio topológico el niño solo halla relaciones dentro de una misma figura. Va adquiriendo las relaciones de proximidad, separación, ordenación, inclusión y continuidad. El control de estas nociones es más fácil en el espacio amplio y manipulativo que en el gráfico. En el espacio proyectivo busca las relaciones entre los distintos objetos o figuras. Va adquiriendo las nociones de perspectiva, proyección. En el espacio euclidiano tiene en cuenta la tridimensionalidad, buscando las proporciones, distancias, semejanzas y diferencias. Podemos hablar de varios campos de trabajo de las nociones espaciales: el propio cuerpo, el espacio amplio exterior (clase, patio, jardín, calle) el espacio manipulativo (cubos, cajas, plastilina…), y el espacio gráfico del dibujo, pintura, escritura. Ahora bien estas nociones son de vital importancia para el desarrollo de las habilidades de nuestros hijos y no son de fácil adquisición, por lo que de sus insuficiencias emergen problemas importantes como la dislexia (con todas sus variantes, Alexia, digrafía, discalculia), hasta el desagrado por escribir y leer. Inclusive la posibilidad de ubicarnos en un lugar geográfico y hasta perdernos, en una calle o centro comercial.

Temporalidad


Para los niños la noción del tiempo es de difícil adquisición, ya que no pueden tener una percepción concreta del mismo. Cuando están en el presente ya se les ha escapado el pasado y todavía no conocen el futuro. El ritmo es una de las primeras adaptaciones del movimiento del niño a una seriación temporal marcada por un instrumento, una música, etc. El niño debe encontrar su ritmo espontáneo más lento o más rápido y poco a poco ir adaptándose al ritmo marcado desde el exterior. Una vez descubierto el ritmo rápido y lento deberá conseguir el paso fácil de uno a otro y más matices. El régimen horario es importante para la estructuración del tiempo del niño. El horario de las comidas o el de ir a dormir, el de las horas del sueño, etc. debe ser regular, sin llegar a ser riguroso. La noción de seriación temporal el niño lo va adquiriendo ligada a la ordenación espacial o a las situaciones vivenciadas. Comer primero, después estudiar, por último ver T. V. Primero va comprendiendo dos nociones por contraste perceptivo o de asociación: día (claridad) noche (oscuridad): sábado y domingo, días de fiesta, los restantes días de la semana, va a la escuela. Más adelante va comprendiendo tres o más nociones: mañana – tarde – noche… Conforme avanza esta comprensión, se van desarrollando capacidades intelectuales importantes, tal como las operaciones concretas y las lógicas formales (J. Piaget). Lo que nos permite comprender relaciones causales que dan una posibilidad de establecer hipótesis, si A esta presente, entonces B tendrá tal efecto, la capacidad deductiva nos permite hacer generalizaciones, el adolescente entonces adquiere una gran capacidad para manejar dichas posibilidades y se vuelve entonces un crítico acérrimo, al colocar los antecedentes y consecuentes en una lógica que sorprende. Jacques Lacan estudia esto y postula en la temporalidad dos aspectos importantes. El orden lógico es cronológico, la sucesión de tiempos es secuencial, pero en el SUJETO, dice, no hay sólo un orden lógico hay uno SUBJETIVO, y este se estructura en dos momentos y un acto: Un tiempo de mirar, otro de comprender y uno más de concluir. Estos momentos son subjetivos, se dan por el movimiento psíquico de cada sujeto. Y tenderán a un ritmo propio dependiendo de cada cual. Solo que esto no siempre pasa y hay la posibilidad de quedar atrapados en alguno de ellos. Muchos adolescentes, y hasta nosotros mismos, nos quedamos en el momento de mirar, sin hacer nada, impávidos ante la no percepción de lo que se manifiesta. “nada pasa por nuestras narices”, “ojos que no ven corazón que no siente”. Es vivir la vida en “la bella indiferencia”, el mal está en los otros no en mí. Hay quienes se quedan en el intento de comprender, qué está pasando o qué fué lo que pasó, un ejemplo sería el haber sido infligido por la infidelidad de la pareja. Se sufre y es por elección, ya que no se pasa a nada más que a pensar y repensar de todas las maneras que sucedió. Habrá otros que pasarán sin más a la acción sin pensar, ni darse cuenta qué aconteció, es el acto impulsivo, es el explotar. Después del desfogue viene el olvido o la culpa, o si mejor nos va el recuento de daños. Cada tiempo (mirar, comprender, concluir), son dimensiones que nos dan una representación de lo que somos, del cómo nos posicionamos ante la vida y ante los demás. Tiempo y espacio conjugados como atributos de la percepción son los ingredientes importantes para un buen proceso de comunicación humana. La pareja es un vertedero importante de muchas expectativas, y es ahí donde la conjugación de un tiempo y un espacio en el encuadre marital toma dimensiones de crucial trascendencia. Desde dónde vemos al otro, desde dónde nos dejamos ver, qué vemos y qué actuamos por lo tanto, son acepciones que no siempre estamos atentos a percatarnos. Ser unos niños berrinchudos, una bruja, la loca, el gruñón, el agresivo, el indolente, son varios de muchos adjetivos que nos FIJAN EN UNA ESPACILIDAD Y UNA TEMPORALIDAD que dañan la espontaneidad y confianza de una pareja. Revisemos nuestro devenir y vivamos la experiencia de SER.

domingo, 20 de febrero de 2011

Desarrollo, ontogenia y filogenia del ser humano.


Este mes de Febrero del 2011, CREPCH cumple 37 años de comunicar. Labor que ha hecho compartir con más de un ser su proceso de vida, experiencia de incalculable valor por la confianza y esperanza de ser mejores.
El proyecto de Susana Alardín González continúa, en la búsqueda de ofrecer a todo aquél que se pregunta por sí mismo una guía que le permita abrir senda y trabajar para encontrar camino. Hoy ese camino permanece vigente y compartido por otros más, hacemos el propósito de insistir en seguir adelante invitando a la experiencia de “comunicar es vivir”.
La comunidad CREPCH hoy hace lazo y reivindica que el ser humano sólo lo es, en tanto que el otro y el sí mismo, pueden compartir sus experiencias, para hacer historia y tener sustento para existir. Esta historia de 37 años involucra a todos los que han estado cerca y que hacemos una gran familia con puntos en común, lo que hace un vínculo con fuerza por todo lo que compartimos.
CREPCH festeja que todas esas narraciones, ficciones, dramas, épicas y novelas hayan tomado forma en sus espacios, y ahora en nuestro blog queremos compartirlo haciendo énfasis en la importancia de la historia que constituye a todo SER, esta historia no es más que las fases de desarrollo que estructuran al Ser Humano dándole un espacio y un tiempo donde se conjugan razón y emoción como un tramado que nos sostiene en el proceso de vida, repasemos estas etapas integralmente:

Nuestros hijos no son ya de por sí y para sí. Tienen una historia llamada EMBRIOGENESIS es decir, que presentan un desarrollo, hasta hacerse hombres.
Sí, los niños no son como nosotros, están en pleno desarrollo, generando procesos y estructuras que los harán SER.
Desde su gestación empieza un desarrollo biológico, funcional, intelectual, de forma sistemática y consistente.
Las transformaciones que va teniendo son intempestivas e inevitables.
Para el observador atento estarán ahí, para el ojo no a visor, sólo suceden.
El infante se desarrolla con increíble velocidad en todas las áreas. De los 0 a los 2 años, pasa de ser un ser dependiente a un audaz curioso dispuesto a imponer su dominio.
De los 2 a los 7 años se hace obligado solidario de la cultura, adquiere el lenguaje, por lo tanto logra hacerse del mundo con sus primeras conjeturas, (mágicas, sincréticas, fenomenológicas, animista, finalista), es aún simbólico no lógico, su intelecto, no alcanza a elaborar los hechos más allá de sí mismo.
De los 7 a los 12, es la etapa escolar propiamente dicha, el niño ya tuvo que desarrollar las habilidades necesarias para adaptarse a las exigencias de la sociedad. Su pensamiento es más representativo, logrando entender los fenómenos que se le presentan. Logra desarrollar una moral, que le permite integrarse a los grupos.
De los 12 en adelante, se ha desarrollado la capacidad de pensar, hipotéticamente, logrando desarrollar sistemas de pensamiento, él ahora es como el preescolar, pero con poderes superiores, el mundo se reduce a él. Solo el mejoramiento de esas habilidades lo pondrán en posición de desarrollar una ética que le permita saberse como uno más entre otros.
Pero desarrollemos cada etapa más detalladamente:
El bebé desde que nace tiene sorprendentes cambios maduracionales, que lo hacen pasar de un manojo de carne, hueso y nervios a un ser con facultades para adaptarse a su medio.
El bagaje con que cuenta el recién nacido es un dispositivo reflejo que le permite un incipiente contacto con la realidad.
El reflejo del moro, la prensión palmar, la succión, entre otros, son los mecanismos innatos con los que el neonato entra en contacto para iniciar el desarrollo de los primeros esquemas que le permitirán ir ampliando el desarrollo de sus sensaciones y posteriormente de sus percepciones, que perfilarán en la aparición de una inteligencia que logrará importantes alcances.
La succión del seno materno irá disponiendo que el bebé amplíe esta respuesta hasta encontrar su dedo, e ir perfeccionando estos movimientos, hasta lograr que su mano y después su pie entre en contacto con su boca.
Después logrará tomar objetos, que llevará a la boca y así se constituirá “la cuna de la percepción”. Según Spitz, a partir de aquí se constituyen las primeras percepciones por contacto, que se acompañarán con el contacto piel a piel y la posición que mamá le dé al cargarlo.
Este contacto diario hará que el bebé establezca contacto visual con aquel ser que le otorga estos dones, con ello emergerá una gestalt (configuración perceptiva), que le hará reaccionar, el bebé comenzará entonces a REIR respuesta que constata que ha iniciado las percepciones a distancia. Lo peculiar de esta etapa es que no importa quién aparezca, el bebé sonreirá, la reacción será indistinta si es ante un cercano o un extraño.
En tanto esto pasa, el psicólogo Jean Piaget observa que el bebé ha iniciado el desarrollo de respuestas que repetirá una y otra vez desarrollando los rudimentos de una inteligencia llamada por él sensoriomotora. Perfecciona sus aproximaciones ante nuevos objetos e inicia la búsqueda de causas y efectos, como es el tirar de cordones o sonajas. Estas son ya respuestas que son incipientes esquemas que tenderá a repetir (reacciones circulares).
Para los ocho meses surge una respuesta más desarrollada, la ANGUSTIA. Ahora el niño llora ante los extraños, ha logrado afinar su percepción e identifica quién es mamá y quién otro.
Este es el inicio de una percepción diferenciada que lo irá colocando frente a la posibilidad del LENGUAJE, inicia la SIMBOLIZACIÓN.
Mamá inicia, junto con el caminar, la necesaria educación, el niño tiene que aprender lo que no debe hacer, este NO troquela aspectos muy importantes en su psique. El manejo que logre de la frustración le permitirá que se adapte mejor a la realidad y a su vez le permitirá el mejor desarrollo de su capacidad intelectual.
EL NO le permite establecer un juicio de atribución y uno de existencia: si algo no es, entonces es algo más. El chico entra al mundo de los significados y los significantes, el lenguaje comienza a tener su lugar.
De los dos a los seis años será una etapa promisoria, donde gracias a la función semiótica (símbolos usados para señalar cosas) le dará al pequeño su inserción al mundo escolar y social. Es cuando el cachorro humano se hace hombre.
La posibilidad que le dá el lenguaje lo determinará en todo su porvenir.
En la primer infancia logra asimilar al mundo a través del movimiento y las sensaciones, integrando paulatinamente sus primeras percepciones y logrando las primeras simbolizaciones.
A los dos años hablar se hace una gran conquista y comienza un diálogo muy especial entre mamá e hijo, “ellos se entienden”. El balbuceo, pasa a una jerga que es comprendida por mamá. En el transcurso de un año el infante logrará adquirir 300 palabras.
Su conducta por lo tanto cambiará notoriamente. El pequeño curioso que ya ha conocido el “NO” empieza a revelarse, emerge un “adolescente”, que se niega a sujetar a las reglas; después de controlar sus esfínteres, aceptar el control social es molesto para este pequeño rebelde.
Sin embargo trae consigo un desarrollo intelectual de gran importancia. Inicia el descubrimiento de los “por qué”. Que si bien no son la pregunta más específica, si anuncian un interés por el mundo.
El pensamiento de los pequeños de esta edad se caracteriza por, tener un Razonamiento Transductivo, es decir, que obtienen piezas separadas de información y las unen para formar una hipótesis o llegar a una conclusión.
Son Sincréticos cometen errores de razonamiento al intentar vincular ideas que no están relacionadas. “Mamá tuvo un bebé la última vez que fue al hospital, de modo que la próxima vez que vaya al hospital se esperará erróneamente que traiga a casa otro bebé”.
Son Egocéntricos, tienen una incapacidad para imaginar el punto de vista de otra persona.
Son Animistas, atribuyen a los objetos inanimados cualidades de los seres vivos. Los niños suelen hacerlo con objetos que representan figuras vivas, como animales disecados o muñecos de juguete.
Hay una tendencia a la Centración, tienden a concentrar la atención en un aspecto o detalle de la situación a la vez y son incapaces de tomar en consideración otros detalles.
No logran considerar que los objetos conservan sus características si cambian de lugar o situación.
Logran clasificar de manera limitada sin llegar a clasificar los objetos en categorías.
Los niños de esta etapa cometen errores de pensamiento por causa de la irreversibilidad, es decir, su incapacidad para reconocer que una operación puede realizarse en ambos sentidos. Por ejemplo, no entienden que si se vierte agua de un recipiente alto a uno extendido, puede trasvasarse otra vez al primer recipiente, manteniendo la misma cantidad de agua. Los niños de esta etapa no pueden aceptar mentalmente que sea posible recuperar el estado original.
El Edipo tiene su escenificación en esta edad.
Freud nos da su versión original, Jacques Lacan nos la recrea de otra manera.
La madre dejará de desear al hijo para desear al padre y ahí se figurará la inscripción del sujeto ante la metáfora paterna.
Es decir, el hijo al no poder ser el objeto de satisfacción de la madre, dejará de ser un objeto de deseo para buscar ser un deseante de objetos; buscará a quién amar.
Supone asumir su castración, pues sólo a quien le falta algo puede desear, quien está completo no tiene más que hacer, ni ser.
La culminación de todo el desarrollo psicomotriz, permitirá que el chico acceda al ámbito académico; dejará el juego para iniciar la educación regular, de ser un pequeño que se mueve y divierte por lo que es capaz de hacer, pasa a asumir un lugar en el pupitre y a ser uno más en la lista, tendrá que saber esperar turno y ganarse con esfuerzo el reconocimiento de sus pares y profesores. Las habilidades y destrezas desarrolladas en esta etapa lo preparan a la adquisición de la LECTO ESCRITURA FORMAL, lo representado por el lenguaje ahora se representa por los signos escritos, que tendrá que dominar para leerlos y escribirlos; la cultura hace al hombre.
A los siete años el niño es todo un escolar. Ha ingresado al ámbito académico formal, ha dejado el juego por el trabajo esforzado y dedicado que le implica su maestro.
Sabe que debe cumplir sus labores y comienza la etapa de los juicios morales. Qué es bueno y qué es malo. Esta dicotomía establecerá su incursión a las reglas, a las que hará cumplir o transgredir.
Comienza así la sociabilización, sus juegos no son ahora la búsqueda de asimilar al mundo, van tras de lograr afirmarse en el “ganar”, pero no a costa de lo que sea sino de mostrarlo a los demás, disfrutando el reconocimiento.
El niño sale de su egocentrismo y pasa al plano de escuchar el punto de vista del otro, reflexiona y así desarrolla una incipiente lógica que lo coloca en una posibilidad mayor para conocer el mundo.
Logra el manejo de OPERACIONES LOGICAS y afectivamente logra la AUTONOMÍA y la VOLUNTAD.
Emocionalmente siendo heredero del complejo Edípico, (emergiendo con culpa y por tanto con una conciencia moral), ingresa, según Freud a la etapa de la LATENCIA, la cual consiste en una supremacía del orden intelectual y lógico, el interés erótico merma y el pequeño se lanza a acatarse al mundo a través de la cultura. La vida Instintiva se sosiega y las funciones intelectuales toman su sitio.
El desarrollo de habilidades se cristaliza en un funcionamiento más complejo, del cual los adultos no nos percatamos.
MOTRIZMENTE: Logra una mejora en la segunda posición de evolución (SENTARSE). Puede disociar movimientos del tronco, brazo, antebrazo y mano, para así poder realizar el acto complejo de la escritura.
PERCEPTIVAMENTE: A nivel visual logra la maduración de todas sus funciones (coordinación viso motriz, discriminación de formas, figura fondo, relaciones espaciales).
A nivel auditivo su discriminación e interiorización logran una evolución madurativa de un orden integrativo, su capacidad asociativa despunta de forma más abstracta, puede reconocer fonemas y ligarlos para formar palabras con sentido para él y los demás. Por lo tanto puede leer y escribir y comprender lo que ha realizado.
Cognitivamente logra la formación de conceptos, solución de problemas, incrementa su memoria a corto y largo plazo, logra períodos de atención y concentración más largos. Inicia el manejo del espacio Euclidiano (no todo lo referencia en función de su cuerpo, sino de los objetos que le rodean).
De los siete a los doce años, el desarrollo de estas habilidades es exponencial, preparándolo para el advenimiento de la adolescencia, que lo caracteriza por el uso de un pensamiento hipotético deductivo.
En la etapa de los nueve a los doce, surge un cambio importante, la PUBERTAD, momento de cambios físicos que harán de la experiencia de vida del chico una revolución. Todos los logros de los años pasados se verán cuestionados y replanteados, con lo que esta etapa viene a ser un doble reagrupamiento que prepara al sujeto para SER.
La pubertad es una cita con ese real que es el cuerpo en tanto gozante sin deseo, el cual se replanteará en la adolescencia.
El adolescente presenta sucesivas síntesis de integraciones y desintegraciones, de progresos y regresiones.
No pasa por una etapa que será superada y una vez hecho esto pasará a ser un adulto “MADURO” que seguirá con su vida sin mayor problema.
La adolescencia es una ESTRUCTURA que representa al niño que fue y al adulto que será, pero donde cada estadío prefigura el pasado y el futuro. No comienza ni finaliza en un momento determinado de la vida, sino que es el producto de una historia que se inicia con la gestación, continúa con el nacimiento, en esa estructura se reinscribe todo lo construído hasta el momento de su cristalización y a su vez persistirá posteriormente, resignificándose de continuo de diferentes maneras, en función de las experiencias del sujeto y de sus relaciones con el universo simbólico del que forma parte.
El adolescente se encuentra entre la niñez que abandona y la adultez que llega. Tiene que abandonar la seguridad de la infancia y buscar cómo ubicarse entre los adultos. Dejar de ser niño es “como una muerte” para iniciar ser un adulto que figura el límite de lo que será. La muerte se constituye como un horizonte que marca todo su mirar sobre la vida.
Esto lo obliga a entrar en una pérdida que lo somete a un duelo que tendrá que ir trabajando para resignificar su vida.
La chica y el chico harán ese trabajo de duelo con menor o mayor gasto según sea su historia de vida. Esta historia, como toda historia, es el propio relato que estructura cada quien para no quedar atrapado en la repetición de sus actos. El joven, gracias a su capacidad intelectual en florecimiento, la RE-creará y fundamentará. Creando MITOS para explicar cada acontecimiento de ella. Mitos que son formas de sustentar una verdad que no puede ser dicha, formulando un discurso explicativo, como es el creer que “tener dinero lo arreglaría todo”, “el tener un físico llamativo me va a hacer popular”, o que nadie los quiere o entiende porque no son lo que los demás esperan, hasta mitos mucho más elaborados que crean verdaderas novelas, donde los duelos forman un drama del cual la única salida es la vivencia de un destino fatal, inexorable, que puede generarle depresión o un gran monto de agresión.
Como toda estructura, su acontecer temporal es inminente, y así como aparece da paso a algo más, ese chico inestable , parecido a un tornado, transita hacia una búsqueda de sí. Sus cuestionamientos lo remiten a una reflexión donde las preguntas no siempre son las primeras en aparecer, las respuestas llegan sin haber hecho una pregunta y el joven no sabe dónde acomodarse, ni dónde poner lo que le ha llegado.
Los descubrimientos lo arremolinan en un devenir que lo asfixia y lo remite a un miedo y a una indecisión de la que no siempre puede dar cuenta, quedando atrapado en los otros, haciéndose su prisionero.
La pregunta por la existencia será algo que lo acompañará de por vida, donde no hay una respuesta única, afortunadamente.

lunes, 3 de enero de 2011

Terapias de lenguaje, aprendizaje, conducta, emocionales y de pareja.

CREPCH

CENTRO DE REHABILITACION Y EDUCACION PARA PROBLEMAS DE LA COMUNICACION HUMANA

CREPCH cumple este febrero del 2011 37 años de dar atención terapéutica a problemas de lenguaje, aprendizaje, conducta, emocionales y de pareja. La propuesta de la Profesora Susana Alardín González “El Sistema Multisensorial Simbólico”, sustenta el tratamiento que se imparte en la Institución y que se constituye por sus cinco programas que dan cuerpo a su sistema de pensamiento que le dan vigencia en el campo de la intervención psicopedagógica y psicoterapéutica. Esta Historia da una temporalidad que festejaremos pero también abrió un espacio ad hoc que constituye el edificio que alberga a la comunidad CREPCH. Es sin duda una arquitectónica pensada para trabajar la intervención terapéutica. No es una construcción hospitalaria ni de oficinas, sino un espacio que permite que la comunicación fluya en la mirada, escucha y comodidad.





Contamos con diversos cubículos, que facilitan el trabajo y la interacción entre paciente y terapeuta. Así como el acceso a los diferentes materiales de estimulación.









Sabemos de la importancia del movimiento y por ello hemos adecuado un cubículo para este objetivo.






Para el trabajo psicoterapéutico tenemos áreas específicas en donde se cubren los aspectos de evaluación y diagnóstico y de orientación a padres.



Para la formación y divulgación de la forma de trabajo específica con la que se cuenta tenemos un auditorio que nos permite compartir y vivir la experiencia de comunicarnos.



El orden de cada espacio da un orden a sus funciones. Para ello está el área de recepción y administración donde se te atenderá de la mejor manera.


Aquí trabajamos un equipo de terapeutas con más de veinte años de experiencia, ofreciendo a otros que se inician el prepararse para formarse como terapeutas con el Sistema Multisensorial Simbólico.

Te invitamos a que nos conozcas y recibas una atención terapéutica de calidad

COMUNICARSE ES VIVIR

Norte 81-A #509 col. Electricistas Azcapotzalco D. F.

53 52 43 30
53 52 63 04
53 53 99 41

crepch@prodigy.net.mx