Si tu hijo presenta problemas de:
Conducta
Lenguaje
Aprendizaje
Adaptación
Socialización
Entonces vives las
manifestaciones de cada una de estas problemáticas, las cuales pueden ser muy variadas:
No se está quieto; pelea con los
hermanos; hace berrinches; pega, rompe y tira cosas; es audaz; no respeta
límites; lo reportan en la escuela; no puede ser entendido en su lenguaje; se
desespera fácilmente; busca la atención toda para él; se burlan de él; tiende a
aislarse; es muy torpe, se cae, es muy brusco; su rendimiento es inestable;
sufre para hacer tareas; va reprobando; ha tenido que cambiar de escuelas; no
alcanza el ritmo del grupo; no copia tareas y se le olvidan los cuadernos;
prefiere no participar en las actividades en el aula; es rechazado por sus
compañeros; se hace el bufón del grupo; es amigo de los chicos más difíciles;
es al que acusan de las travesuras del
grupo.
Nuestro sentido común tiende a
explicar estos comportamientos en una
relación causal inmediata:
“El maestro le tiene mala
voluntad; se resolverá con el tiempo; esto le pasa a todos los chicos de su
edad; tiene amigos que lo mal influencian; imita al problemático; es más chico
que los otros; juega demasiados videojuegos; la tía lo consiente de más; quien
los cuida no está atenta; los papás están ausentes gran parte del día; se
considera que uno de los padres es el consentidor; se piensa que el chico es víctima
de todos; el chico es demasiado demandante, desobediente y manipulador y le
gana la flojera”.
Para que haya un buen RIE se necesita un nivel de madurez neurológica acorde a la edad, y un
cuerpo bien integrado en lo sensorial y funcional.
Aunque esto es lo ideal, no
siempre se tiene. Pueden presentarse
problemas que afectan al niño, en la gestación, o al nacer, o bien, al irse
desarrollando. Lo que trae una dificultad en las vías sensoriales y por lo
tanto en el desarrollo psicomotriz, que son la base del desarrollo psíquico del
ser humano.
Lo sensorial y motriz, permiten
que el chico vaya alcanzando desarrollar habilidades importantes como son la
percepción, lateralidad, esquema corporal, espacio y tiempo. Áreas que son
vitales para el desarrollo de las capacidades intelectuales y adaptativas del
sujeto.
El chico que aunque ve bien, pero
perceptualmente no puede integrar bien los estímulos, no será capaz de discernir la figura del
fondo, no será capaz de tener una buena función viso motriz, por lo que no
podrá trazar líneas que le permitan después iniciar el trazado de grafos, por
lo que menos podrá hacer el seguimiento visual para leer. Las consecuencias
serán que al chico le desagradará la escuela, saboteará las tareas, preferirá
jugar más que poner atención, platicar será más atractivo que adquirir el gusto
por leer y escribir.
No lograr un buen desarrollo
puede afectar la vida emocional de los chicos, no sólo por los fracasos que le
implican sus inhabilidades, sino por que éstas le permiten también acceder a la
vida emocional, a un chico que no desarrolla una buena noción de sí mismo, le
resultará difícil tener confianza y seguridad y recurrirá a la inhibición o a
la agresión como medio de relación, pero no sólo eso, su vida de relación con
el OTRO se verá matizada por la desconfianza y la incapacidad para sentirse
aceptado.
Estas áreas de desarrollo son fundamentales para que
un niño SEA, intentar explicarlo mediante conceptos psicologizantes es sólo
confundir que un NIÑO es un NIÑO. Ni es bipolar, ni es mal intencionado, ni es
la consecuencia de alguien más.
Un niño sigue un desarrollo que a
nuestros ojos adultos es obvio y por lo tanto lo damos por sentado, lo
explicamos como algo natural, que a todos
les va pasando. Para aquellos que no viven con chicos con alteraciones
en sus procesos esto solo sucede. Si nos detenemos observaremos que los chicos
presentan una evolución que va acorde a los demás chicos de su edad, pero
también sigue las particularidades de él mismo.
En el Sistema Multisensorial
Simbólico siguiendo las teorías de Piaget, Gesell, y Spitz podemos observar que
las características que presentan todos los chicos se pueden ver agrupados en
Estadíos que van así:
Aún así no todos los chicos de 3
a 7 años son iguales, como el de 5 no lo es al de 10 años, la distancia de meses
y un año puede ser abismal, lo que no sucede ya con una gente de 35 años
comparada con una de 43 años.
Cada etapa presenta sus
características, pero cada chico mostrará o respuestas muy adelantadas, o
atrasadas, o acordes para su edad en algún área. Así como presentar un retraso en algún área también puede ser un
problema presentar respuestas muy adelantadas.
Acércate a tu terapeuta para que
él te oriente sobre lo que se espera a la edad de tu hijo y las discrepancias
en sus respuestas, para que puedas ir comprendiéndolo. Es importante saber si hay un retraso o una
precocidad en las pautas de conducta del niño, pues su desarrollo es como una
pila de monedas, que si no se integran bien las primeras, las posteriores se
irán cayendo.
Recuerda, podemos respetar el proceso de tu
hijo, pero al ser un ser social, la exigencia que ésta implica puede demandarlo
tanto que bloquee este desarrollo.
El ámbito escolar representa el lugar donde tu hijo se
hará poseedor de toda la cultura y por lo tanto lo formará para que logre una
adaptación conveniente. Es ella quien le pedirá que posea las habilidades
necesarias para que haga tal función, por lo que no basta que funcione bien en
casa, necesita ponerse en juego frente a la institución social que es donde
finalmente encontrará las formas de superarse, como un ser independiente y con
libre albedrío.